lunes, 30 de noviembre de 2009

El caso de los anuncios clasificados

10:30 AM. Día tranquilo y aburrido en el trabajo.
Ringringringring
-¿si?
-¡Jo tía! ¡Jo tía! ¡Jo tía! ¡Que fuerte tía!, grita Lucia en mi oído, no te lo vas a creer
-Lucy, que ahora estoy un poco liada y no puedo hablar
-pero es que lo que te tengo que contar es muy fuerte…
-vale, espera un momento que voy al baño a hablar contigo, mientras lo digo me escabullo hasta el baño de la oficina y me encierro dentro
-¡jo tía! ¡jo tía!
-Lucy, que eso ya lo has dicho, vete al grano porfa
-¿te acuerdas de la prepotente de Marta? ¿La que no hace más que mirarme por encima del hombro y preguntarme si he engordado?
-si
-pues he visto que ha puesto un anuncio en la sección de clasificados…¡en la zona de relax! ¡es una prostituta!
-primero, ¿Qué hacías tu mirando está sección? Y segundo ¿estás segura? Ya sabes que las fotos que salen ahí no son muy buenas, me imagino ¿eh? Que yo no suelo mirarla
-pues es que estaba un poco aburrida en el curro y como siempre he oído hablar de los clasificados pues quería ver que había. Y si que estoy segura, aparece una foto y es ella, ¡fijo! Te voy a leer lo que pone, y mientras lo decía puso voz de chica de telétienda, Morena espectacular, lo hago todo, llámame y disfrutarás, y luego pone un teléfono. Tenemos que llamar
-que no, no me quiero meter en líos
-anda porfa, solo para comprobar que es ella. Esta tarde voy a tu casa y lo preparamos, y sin darme tiempo a decir nada cuelga.


7 de la tarde del mismo día. Estoy tan tranquila sentada en el sofá leyendo “la isla bajo el mar” de Isabel Allende, y a mi lado sentado está Novio leyendo el periódico, y por los gruñidos que oigo de vez en cuando, está leyendo la sección de política.
Ding dong ding dong. Abro la puerta y allí me encuentro a mis tres amigas con caras de alegría.
-nos ha llamado Lucia para contarnos el plan de esta tarde, me informa Sonia mientras entran al comedor.
-he traído el recorte de periódico con la foto de la Marta, ya veréis como es ella. Yo creo que lo mejor es llamar por teléfono haciéndonos pasar por un cliente para confirmarlo, dice Lucia, ya verás cuando se enteren en la fábrica, nadie la traga
-yo creo que lo mejor es no hacer nada, menos mal que Anabel tiene un poco más de cordura que las otras dos.
-venga, chicas no seáis sosas, nos anima Sonia
Y claro a mi esas palabras me llegan al alma, ¿sosa yo? ¡Antes muerta!. Así que nos encerramos en la habitación pequeña a preparar el plan, entre todas escribimos una especie de guión de lo que vamos a decir por teléfono. Y claro, decidimos que llame Novio, al ser un chico nos parece que será más creíble. Entramos todas al salón con cara de niñas buenas, Novio que se huele algo me mira con cara de perrito.
-hemos pensado que llames tú, hasta te hemos escrito lo que tienes que decir, le digo mientras le hago ojitos
-que no, no me metáis en vuestros líos
-pero si no es ningún lío, solo es una llamada, además es hasta divertido, venga cariño, le digo con mi voz infantil que siempre funciona
-bueno, pero solo llamo una vez.
¡si! La voz infantil nunca falla. Así que nos preparamos, ponemos el manos libres, le damos a novio el guión y esperamos a que la señorita P conteste.
Tuuu tuuu tuuu
-si
-hola, llamaba por el anuncio del periódico
-hola guapo, me alegro de que llames, ¿quieres disfrutar?
-no… digo, si, quería verte.
-¿te viene bien quedar mañana?
-de acuerdo, a las 7 en la cafetería del hotel Europa
-ayyy ayyy pillín primero me quieres emborrachar ¿eh?, al oírlo nosotras casi nos morimos de la risa, el pobre Novio puso cara de póker y continuó con el guión
-¿Cómo te reconoceré?
-llevaré un top negro con lentejuelas, ¿te gusta el negro?
-bueno pues mañana te veo, dice Novio todo agobiado y cuelga
Cuando se nos pasa la risa nos ponemos a prepara el plan para mañana. Novio no quiere ir, dice que con la llamada vale, pero claro, Lucia no está segura de que sea ella, además quiere sacarle unas fotos para comentarlo en la fábrica. Que malas, pensareis, pero si conocieseis a Marta lo entenderíais, por lo que cuenta Lucy de ella es mala con ganas. Nos cuesta un poco más convencer a Novio pero le explicamos que es por una buena causa y le prometemos que es la última vez que le pedimos un favor, y que la próxima cena que hagamos no tendrá que recoger ni un plato, que le trataremos a cuerpo de rey, y claro, con esto le convencemos.

18:30 de la tarde del día siguiente. Cafetería del hotel Europa. Nos sentamos en una mesa un poco apartada para poder fisgar pero sin que se note mucho. Sonia y Lucia, que están como cabras, se han puesto unas gafas grandes de sol, según ellas como los espias. Esperamos hasta las siete y vemos entrar a Novio con una chica alta, morena, delgada y con muy poca ropa.
-uy uy, dice Lucia, que esa no es la Marta, se parece, pero no es, esta es más delgada
-¿estás segura?, digo yo, ay pobre Novio que le hemos metido en un lío
-segura, segura, contesta Lucia, pero no pasa nada ¿no? Le llamamos por teléfono y le decimos que aborte, como dicen en las pelis
-¡joder! Pero esto no es una película, interviene Anabel, esto es la vida real. Y si se va igual la señorita P le obliga a pagar o igual tiene a un chulo esperando fuera
-no te pongas tan seria, digo yo, que me estás asustando, yo creo que lo mejor es llamarle y decirle que nos vamos
-pues yo no estoy segura, dice Anabel, igual se pone violenta, y además creo que tiene pinta de rumana y me han dicho que las putas rumanas tiene muy malas pulgas. Aunque si hay que pegarse con ella nos pegamos.
Me sorprendo por el conocimiento de Anabel sobre putas y me agobio por Novio, así que mi mente empieza a trazar un plan.
-vosotras acompañadme y me lleváis la corriente, digo resuelta
-ay, ay ¡que peligro, oigo que murmura Sonia a mis espaldas, que tengo una niña
Nos acercamos a la mesa donde están Novio y la señorita P, y al mirarlos pongo cara de asombrada y empiezo chillar:
-desgraciado, no me lo puedo creer, justo el día que te digo que estoy embaraza y tu te vas de putas…¿Cómo has podido hacerme esto?, y mientras tanto oigo a mis amigas insultarle también, que disgusto ¡ay dios! creo que me voy a desmayar…
Y dicho esto me desplomo en el suelo, y Sonia que se ha metido en el papel pide un médico y las otras dos dándome aire con la mano. Montamos tanto lío que toda la cafetería nos mira. La señorita P que no quiere problemas se levanta de la mesa y se va sin decir ni una palabra. Cuando sale por la puerta estás empiezan a reírse y yo me levanto del suelo para unirme a ellas.
-la última vez que me pedís un favor, dice Novio muy serio mientras sale por la puerta.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Sexo, maría y cuatro amigas

-hola chicas, siento llegar tarde, dijo Lucia mientras entraba corriendo en la cafetería, hoy he tenido un día movidito en el colegio. ¡Hemos pillado a dos chavales fumando marihuana en el recreo!, mientras lo decía todas movíamos la cabeza pensando ¡esta juventud!, ¿os lo podéis creer?, pero si solo tienen 13 años, ¡increíble! No os podéis imaginar como se han puesto los padres, además les hemos confiscado una bolsita llena, decía mientras sacaba una bolsa de plástico con algo verde.
-desde luego, cada vez empiezan más jóvenes, dije yo, no como nosotras que la primera vez que bebimos alcohol tendríamos 16 años, porque marihuana, nunca hemos probado, si es que siempre hemos sido unas pavisosas
Aquí todas se mosquearon un poco, pero luego tuvieron que reconocer que tenía razón. Dejamos este tema de lado y nos pusimos a hablar de lo de siempre. Anabel y su novio, Sonia y su niña, que otra vez tenía otitis, yo y mi jefe amargado, y Lucia y su boda. Después de dos horas de cotilleos y lamentos salimos de la cafetería para ir a casa.
-oye, Lucy, y ¿que vas a hacer con la maría?, se me ocurrió preguntar
-pues no se, la tiraré
-se me ha ocurrido que podríamos probarla, comenté en voz baja. Empezaron diciendo que no, pero Lucia y Sonia acabaron cayendo y confesando que sentían curiosidad. Anabel no quería.
-que ya tenemos una edad chicas, decía mientras negaba con la cabeza, además ¿vamos a fumarla por la calle?
-mejor en tu casa, dijo Sonia, es que en la mía con la niña y eso no puedo, y en la de estas dos están los novios. Así que lo mejor es tu casa, Quique no está este finde ¿no?
No fue fácil convencerla pero gracias a mis dotes de persuasión se decidió que el próximo sábado iríamos a casa de Anabel a iniciarnos con los porros.


Fuimos llegando a casa de Anabel sobre las 9 de la noche.
-¿Qué es esa música que tienes puesta?, preguntó Sonia
-es hip hop, he pensado que así daríamos más realismo al rollo de los porros.
-pues yo he traído un incienso estupendo para crear ambiente, lo compré en los puestos y es tibetano, comenté mientras sacaba del bolso la cajita con el incienso
-ya está la dalai-lama (así es como me llaman mis amigas porque dicen que parezco el dalai-lama, todo el día con la meditación, la energía positiva y esas cosas) con su rollo místico, dijo Sonia, pues no nos veo yo como raperas espirituales
Así que decidimos que nada de música ni de incienso, que lo haríamos a nuestra manera, es decir, con limoncello. Sacamos 4 vasitos del congelador, una botella, la bolsa de maría, tabaco y un mechero y nos pusimos al tema. Nos costó un poco liar el primer porro y descubrimos que la única que tenía mano para esto era Lucia. Primero pensamos que lo mejor era hacer uno y pasarlo, como habíamos visto en las pelis. Pero Sonia dijo que ya que teníamos bastante porque no probar uno cada una.
-esto no está muy bueno, se quejó Anabel
-pues a mi me gusta el olor, como a campo, dije yo y me dio un poco la risa, creo que me está afectando
-pues yo estoy igual, confesó Lucia, que se había fumado su porro de cuatro caladas y se estaba bebiendo ella sola el limoncello, quizás un poco mareada
-igual es que a cada una le sienta de forma diferente, dijo Sonia, anda Lucy hazte otro a ver que tal
-como Quique se entere de esto os crucifica del todo, dijo Anabel, si cada vez que le digo que he quedado con vosotras me dice que tenga cuidado, creo que piensa que estáis todas locas, sobre todo tú Drew, y mientras lo decía se empezó a reir.
Al oírla las demás nos animamos y nos entró la risa
-oye, ¡que yo no estoy loca!, lo que pasa es que soy diferente, y él es un soso. Seguro que en la cama siempre hace el misionero
-uy uy, dijo Sonia, yo también me lo imagino así
-pues… empezó a decir Anabel, tenéis razón, jajaja, pero dice que si así nos gusta, para que vamos a cambiar
-ya que habláis de esto, tengo que confesar que nosotros últimamente, nada de nada, dijo Lucia mientra fumaba su segundo porro
-espera un momento, puso orden Sonia, que le gusta más mandar que a un perro un hueso, primero Anabel, ¿a ti te gusta el misionero o quieres probar otras cosas?
-¡jo! Quiero probar pero me da un poco de palo decírselo, confesó, además, ¿que le digo?, si yo tampoco es que sea una experta en sexo…vamos que me sacas de dos posturas y me pierdo
En ese momento todas me miraron a mi.
-pero que os pensáis, que yo no soy una enciclopedia, me quejé
-pero, a ti no te regalo Novio un libro del Kamasutra moderno, dijo Lucy, y digo yo que lo habréis puesto en práctica ¿no?
-bueno…dije un poco cortada, pues si, pero yo no voy a enseñaros nada, que me da vergüenza, aunque igual si me tomo dos copitas más, me suelto
-yo si que no puedo ayudaros, dijo Sonia, me pasa como a Lucy, desde que tenemos a la niña cada vez lo hacemos menos, será que estamos cansados, ¡no se que nos pasa!
-a mi me preocupa un poco, porque si ahora que somos jóvenes no lo hacemos ¡imagínate cuando estemos arrugaditos! se quejó Lucia
-yo creo que debéis crear la atmósfera adecuada, poner unas velitas, música sexy, empecé a decir
-uy, uy, ya está la mística, se rió Sonia
-ya se lo que podemos hacer, dijo Anabel con voz maliciosa, ¡tengo una peli porno! Podemos verla para pillar ideas, la compre hace algún tiempo pero todavía no me he atrevido a verla con Quique
-¡pero Anabel!, exclamó Lucia, que callado te lo tenias
Ella fue a buscar la película. Sacamos otra botella de limoncello, Lucia lió dos porritos más y yo puse incienso para dar ambiente. La película era “Ninfómanas desenfrenadas” de Nacho Vidal. Brindamos encantadas por Nacho y su capacidad artística y cada vez que alguien gemía… ¡otra copita! Esa noche nos hicimos fans incondicionales de Nacho Vidal y su gran… talento.
Así que tras 7 porros, dos botellas de limoncello y el olor a incienso, nos quedamos dormidas en el sofá, y así nos encontró Quique a la mañana siguiente, cuando llegó a casa, había vuelto antes de su acampada por culpa de la lluvia.
Y claro flipó cuando vio el cenicero lleno de colillas, las botellas vacías y la peli porno, pero esa es otra historia…